La danza de la vida
Con total libertad exploramos, expresamos, jugamos, lloramos, reímos y disfrutamos de la vida más allá de la pista de baile. Liberamos emociones y sensaciones, integramos movimiento y emoción y nos permitimos seguir el flujo de energía. Es la danza de la vida, la danza de la alegría de la vida.
Sentimos el viaje musical, disfrutamos del baile, detenemos la mente y las palabras y nos entregamos a la presencia, al aliento y a los impulsos del corazón. Las experiencias no verbales guiadas por la música y el movimiento nos permiten expresarnos libremente más allá de nuestra mente y cuerpo, conectándonos con nosotros mismos y el grupo. La música nos hace vibrar en un sinfín de sensaciones. No seguimos pasos predefinidos ni coreografías. En cambio, exploramos y expresamos espontáneamente nuestros cuerpos. Es un trabajo profundo de honestidad con quienes somos, que nos permite liberar tensiones y bloqueos en el cuerpo y la mente. Y en el proceso nos divertimos.