Meditación en movimiento
Es un baile interior. El movimiento surge de centrar la atención hacia dentro y movernos sin esfuerzo hacia afuera. Sin siquiera ensayar coreografía alguna, el movimiento es voluntario, un baile libre. Fluimos, nos relajamos, nos expresamos, nos dejamos llevar, nos entregamos y nos fundimos en el movimiento. La meditación sucede espontáneamente.
En las sesiones de Ecstatic Dance la meditación ocurre mientras movemos el cuerpo. Alcanzamos la meditación a través de la música y el movimiento consciente. El cuerpo, el corazón y la mente se abren al movimiento y se entregan al baile. Cuerpo, mente y espíritu se convierten en una danza pura, y los bloqueos emocionales y mentales se liberan en este flujo natural. Un movimiento puro que se convierte en éxtasis. El cuerpo y las emociones se vuelven más flexibles y transparentes. La mente permanece abierta, tranquila, clara y flexible. Esta es una forma de meditar mientras mueves el cuerpo. La meditación ocurre cuando estamos separados de la mente, al ser testigos. La autobservación es la clave de la meditación. La mente se descarga de pensamientos, se queda vacía y toda su energía queda a nuestra disposición.