La sesión
Un viaje con diferentes ritmos, melodías, estilos y colores que nos inspira a ponernos en contacto con aquello que se quiere expresar. La música se selecciona cuidadosamente para estimular el movimiento libre y la expresión corporal. Sin pasos predefinidos ni coreografías a seguir, escuchamos el cuerpo y nos dejamos llevar por el impulso del momento, donde cada persona puede moverse a su propio ritmo y estilo.
-Inicio de la sesión. La sesión comienza con una bienvenida. En la primera parte preparamos el cuerpo, la mente y la energía del grupo. El inicio de la sesión es dirigida y es necesaria para poder emprender la segunda parte, el viaje mediante el baile libre, donde canalizamos el trabajo previo estimulando diferentes patrones energéticos y de movimiento.
-Progresión. Comenzamos suavemente y aumentamos gradualmente nuestra energía, hasta alcanzar nuestros límites y lograr estados de máxima intensidad de una manera saludable. Bailaremos libremente, nos expresaremos, nos divertiremos y descubriremos cosas nuevas. Hay improvisación, creatividad, espontaneidad y relaciones reales que se forman a través del movimiento.
-Creamos paisajes sonoros. Música influenciada por muchas culturas, líneas estéticas y movimientos musicales. Remezclamos música de diferentes estilos, que se convierten en una guía inspiradora que nos lleva a un viaje a través de diferentes sensaciones corporales y paisajes emocionales. Recreamos paisajes sonoros construidos de grandeza solemne y belleza fascinante. Polirritmias africanas, mantras de Oriente Medio, art rock, world music, folklore gaélico, ambient, pop, R&B, funk, jazz fusión, techno, indie pop, rock progresivo, global beat, neo-folk, trance, electrónica, o ritmos tribales.
-Al final de la sesión. Terminamos con un período de calma y reflexión donde tenemos la oportunidad de integrar la experiencia, tomar un momento para descansar y procesar las sensaciones físicas, emocionales y mentales que surgieron durante la práctica. Compartimos la experiencia con el resto.